Phishing a través de códigos QR: cómo reconocer un código fraudulento y protegerte al escanear

¿Son seguros los códigos QR? Cómo evitar fraudes y phishing

Los códigos QR se han convertido en una herramienta habitual en la interacción diaria, desde los menús en restaurantes hasta la autorización en aplicaciones bancarias. Sin embargo, el aumento de su popularidad ha dado lugar a otra tendencia: los delincuentes utilizan cada vez más los códigos QR como canal para ataques de phishing, robo de datos y fraudes financieros.

La mayoría de los usuarios perciben los QR como una tecnología “neutral”, sin sospechar que con solo escanear uno pueden verse redirigidos a un sitio falso o descargar software malicioso. Por eso surge la pregunta: ¿son realmente seguros los códigos QR? ¿Y qué se puede hacer para evitar los riesgos?

En este artículo analizaremos en detalle:

  • qué amenazas pueden ocultar los códigos QR;
  • cómo son los escenarios típicos de fraude;
  • qué señales indican un posible peligro;
  • cómo revisar un código QR antes de escanearlo;
  • y qué hacer si has sido víctima de un ataque.

El artículo está dirigido tanto a usuarios comunes como a empresas que utilizan códigos QR en sus procesos. El objetivo no es crear pánico, sino ayudar a implementar un enfoque consciente y seguro hacia la tecnología que desde hace tiempo ha ido más allá de ser solo una “herramienta auxiliar”.

Códigos QR: infografía que muestra ventajas y riesgos — acceso rápido frente a phishing y fraudes a través de códigos QR falsos.
Códigos QR: comodidad frente a riesgos. Por un lado, acceso rápido y sin contacto; por otro, posibilidad de phishing y manipulación de datos.

¿Dónde radica el peligro de los códigos QR?

A simple vista, un código QR parece una herramienta cómoda y neutral: solo tienes que escanear la imagen para acceder a la página deseada. Pero la principal vulnerabilidad es que el contenido del código QR es invisible para el usuario hasta el momento del escaneo. Esto abre espacio a manipulaciones, especialmente cuando las personas actúan de manera automática.

Phishing mediante QR: ¿cómo funciona?

El phishing es un tipo de fraude en el que el usuario es engañado para que entregue voluntariamente sus datos, como inicio de sesión, contraseña, información de la tarjeta, etc. En el caso de los códigos QR, esto toma la forma del llamado quishing (phishing por QR).

Ejemplo: un delincuente imprime un código QR que redirige a un sitio web falso de un banco o servicio popular. Este código se pega encima del real — en un cajero automático, un póster, una pared de cafetería o incluso en un recibo. El usuario lo escanea, sin sospechar nada, introduce sus datos y, en realidad, se los entrega a los estafadores.

¿Qué puede hacer un código QR?

Un código QR puede contener cualquier enlace, incluidos aquellos que:

  • redirigen a sitios dañinos o falsos que recopilan datos personales;
  • inician la descarga automática de un archivo (por ejemplo, una app con malware);
  • utilizan redireccionamientos para ocultar la URL real;
  • engañan al usuario mediante logotipos falsificados o imitación de una marca reconocida.

Estas acciones no “rompen” el dispositivo por sí mismas, pero activan escenarios peligrosos por descuido o confianza excesiva del usuario. Esa es la base de la ingeniería social.

💡 Explicación para principiantes: al igual que con los correos sospechosos, te pueden “entregar” una página falsa a través de un QR. Pero a diferencia del email, un QR parece igual — independientemente de a dónde conduzca.

Importante: el reemplazo físico de un código QR legítimo

Una de las tácticas más peligrosas es reemplazar un código QR en un espacio público. Los estafadores simplemente pegan encima el suyo, que es malicioso. Esto puede ocurrir en:

  • menús de restaurantes o cafés;
  • anuncios, carteles, vallas publicitarias;
  • materiales impresos: folletos, embalajes de productos;
  • incluso en cajas de donaciones o recibos.

Para un usuario común, la diferencia entre un código “original” y uno “reemplazado” es imperceptible. Por eso es importante aprender a distinguir dónde y cómo confiar en un código QR, y dónde es mejor evitar escanearlo.

Ejemplos de ataques a través de códigos QR

La amenaza teórica es una cosa. Pero para crear verdadera cautela, es importante ver cómo se ven realmente los ataques de phishing o fraude mediante códigos QR en la vida real.

1. Sustitución del código QR en una superficie pública

En una cafetería, en la mesa hay un menú con un código QR. Un estafador llega antes, coloca su propio código encima, que lleva a un sitio falso del menú — con un diseño similar pero un campo para ingresar la tarjeta "para reservar mesa". Los datos se ingresan y van directamente a los delincuentes.

2. Código QR en un cartel o valla publicitaria

En el centro de la ciudad hay un banner con la publicidad de un evento y un código QR para comprar entradas. Un malintencionado pone su propio código encima, que dirige a un sitio clonado que recopila datos de tarjetas bancarias. El usuario paga la “entrada”, pero nunca accede al evento.

3. Código QR en un email o SMS falso

La víctima recibe un SMS con el texto: “Su paquete está detenido. Confirme la entrega utilizando el enlace”, y añade un código QR. Este lleva a una web donde se piden datos personales o el pago de un “arancel aduanero”. Todo parece legítimo a simple vista.

4. Códigos QR para “pagos” o “donaciones”

En la calle aparecen cajas con anuncios para recaudar fondos — con un código QR para hacer una transferencia. Pero el código lleva a la cuenta personal del estafador, sin relación alguna con la iniciativa declarada.

5. Código QR en el parquímetro o terminal

Los estafadores pegan su propio código QR en un terminal de pago, que no lleva a la página de pago, sino a un sitio que simula la web del banco. La persona introduce su usuario y contraseña — y pierde el acceso a su cuenta.

💡 Consejo: Si el código QR parece sospechoso: está pegado de manera irregular, se ve desgastado o “demasiado nuevo”, lo mejor es no escanearlo.

Todos estos ejemplos tienen algo en común: el código QR actúa como un puente hacia un recurso al que todavía no confías tus datos, pero de hecho, ya lo has hecho.

Cómo reconocer un código QR fraudulento o falso

Aunque los códigos QR se ven siempre iguales — bloques cuadrados de píxeles — su contenido puede variar drásticamente. Visualmente no puedes ver el peligro, pero hay algunas señales que deben alertarte.

1. El código QR está ubicado en un entorno poco confiable

Si ves un código QR en un poste, en un ascensor, o pegado encima de otro — es la primera razón para ser cauteloso. Los códigos en espacios públicos son fáciles de sustituir — así que no deberías confiar en ellos sin verificar.

2. El código lleva a una web con una URL extraña o acortada

Muchos ataques usan acortadores de URL (bit.ly, t.ly, qr.link) para ocultar la web real. Si el navegador o la cámara solo muestran la dirección acortada, trata de no abrirla de inmediato y utiliza servicios externos para la vista previa.

3. El código QR exige una acción inmediata

“Confirme ahora”, “Pague inmediatamente”, “Su paquete no fue entregado” — estos son signos típicos de ingeniería social. Los estafadores apelan a la urgencia para que no tengas tiempo de comprobar la legitimidad del recurso.

4. El código parece pegado superficialmente o “más nuevo” que el soporte

Si el código QR está pegado en un cajero, un cartel o un menú, fíjate si parece más nuevo que la superficie. A menudo los estafadores simplemente pegan el suyo encima del original. Si ves irregularidad, burbujas o diferencias de estilo — es motivo de alerta.

5. El QR abre una web que parece “casi real”

Si tras escanear se abre una página que se parece mucho a la de un banco, servicio de envíos o plataforma conocida — revisa cuidadosamente:

  • si el dominio está bien escrito (por ejemplo, ukrposhta.info en vez de ukrposhta.ua);
  • si tiene conexión segura (la dirección comienza con https://);
  • si no te piden introducir de inmediato contraseña o datos bancarios sin verificar la autenticidad.
💡 Consejo: No escanees códigos QR bajo presión (cola, prisa, multitud). Mejor dedica 10 segundos a la comprobación, que perder tiempo recuperando el acceso a tu cuenta.

Cómo usar los códigos QR de forma segura

Los códigos QR en sí mismos no son peligrosos: el riesgo aparece cuando interactuamos con ellos sin comprobarlos. Si aprendemos a evaluar el contexto, de dónde proviene el código y a dónde nos dirige, el riesgo de fraude se reduce considerablemente.

📱 Para usuarios comunes

1. Verifique siempre el enlace antes de acceder

La mayoría de los teléfonos (iOS y Android) muestran la URL a la que dirige el código QR antes de abrirla. Si la dirección parece desconocida, contiene símbolos extraños o no coincide con la marca (por ejemplo, secure-pay-pal.com en vez de paypal.com), no la abra.

2. No escanee códigos de fuentes aleatorias

Si el código QR está colocado en el metro, en una pared o cerca de una valla, no siempre es información oficial. Los estafadores suelen poner sus códigos en lugares donde la gente los escanea sin pensar: en ascensores, cafeterías, transporte público.

3. Evite ingresar datos personales en páginas dudosas

Si, después de escanear, le piden de inmediato su email, contraseña o datos bancarios—deténgase. Los servicios confiables no solicitan información sensible sin una confirmación previa de su iniciativa.

4. Use aplicaciones de confianza

Por ejemplo, escanee códigos bancarios a través de la aplicación oficial de su banco. La cámara del móvil es conveniente, pero no siempre segura. Algunas apps pueden advertir de phishing o verificar la reputación de la URL.

💡 Consejo: si tiene dudas, es mejor tomar una foto del código y revisarlo después con una app segura, en vez de escanear “de inmediato”.

🏢 Para empresas y organizaciones

Código QR de marca en la mesa de un restaurante con explicación de su propósito de escaneo.
Ejemplo de código QR de marca con leyenda para usuarios: como elemento para aumentar la confianza y reducir el riesgo de reemplazo del código.

1. Controle la ubicación física de los códigos QR

Los códigos QR colocados en lugares de acceso público (mesas, vitrinas, materiales POS) pueden ser reemplazados. Es importante fijarlos de manera que sea imposible pegar otro encima (película protectora, grabado, integración en el diseño).

2. Implemente códigos QR dinámicos con analítica

El código dinámico permite:

  • rastrear la cantidad de escaneos;
  • analizar la geografía y dispositivos de los usuarios;
  • reemplazar el enlace objetivo si el anterior fue comprometido;
  • detectar picos anómalos de escaneos, señal de un posible ataque.

3. Agregue logotipo y explicación bajo el código

Un texto simple como "Escanee para ver el menú" o "Pago por LiqPay" aumenta la confianza y reduce el riesgo de reemplazo. Y el logotipo de la marca dentro del código (con diseño contrastante) lo hace único y más difícil de falsificar.

4. Ofrezca alternativa: enlace corto

Si el usuario duda, debe tener un camino alternativo. Añada junto al código example.com/pay, esto aumenta la transparencia y la lealtad hacia la marca.

5. Pruebe regularmente sus códigos QR

Incluso los códigos estáticos deben comprobarse después de imprimir, especialmente si cambió el diseño o el contenido del sitio. Compruébelos en varios dispositivos (Android, iOS), con internet débil, en ambientes oscuros.

📌 Conclusión: El código QR es una poderosa herramienta de comunicación, pero como cualquier canal de interacción, debe implementarse correctamente. La seguridad no es compleja, es cuestión de atención a los detalles.

Qué hacer si escaneó un código QR de phishing

La reacción en los primeros minutos tras el incidente es la más importante. Incluso si no está seguro de que el código era peligroso, es mejor revisar y tomar medidas básicas. La mayoría de los ataques de phishing tienen éxito porque los usuarios subestiman la situación o actúan tarde.

1. Cierre la pestaña y borre el historial del navegador

Si luego de escanear solo accedió a una página sospechosa, pero no interactuó con ella, el riesgo es mínimo. Aun así, debe cerrarla de inmediato, no hacer clic en enlaces o botones. Elimine la caché del navegador para evitar la reapertura o scripts autoguardados.

2. Si ingresó la contraseña — cámbiela inmediatamente

Si ingresó su contraseña en un sitio falso, los estafadores pueden usarla para:

  • acceder a su correo electrónico o banco en línea;
  • verificar si la misma contraseña se usa en otros servicios (usar mismas contraseñas es un error común);
  • cambiar rápidamente el control de la cuenta antes de que usted reaccione.

Cambie las contraseñas de todos los servicios relacionados, comenzando por el correo principal y las cuentas financieras. No lo posponga—los bots de phishing suelen actuar automáticamente.

3. Si ingresó información de su tarjeta — bloquéela

Aunque aún no haya habido una transacción, los delincuentes pueden guardar los datos y usarlos después. La solución más segura es bloquear la tarjeta o detener operaciones online desde la app del banco.

Después contacte al soporte bancario. En algunos casos, el banco puede bloquear la transacción si aún no está confirmada.

4. Notifique a la empresa que fue suplantada

Si el sitio falso imita una marca conocida (banco, paquetería, tienda online) — no es solo su problema. Cuanto antes la empresa se entere del duplicado de phishing, antes podrán bloquearlo a nivel de dominio o alojamiento.

Casi todos los servicios tienen un formulario o correo para estos incidentes: "reportar phishing" o "seguridad".

5. Revise el dispositivo en busca de software malicioso

Si después de abrir el sitio vio alguna descarga, o el dispositivo empezó a comportarse de manera extraña (más lento, iconos nuevos, publicidad), revise el sistema con un antivirus.

  • En Android — revise las últimas descargas, entre en “Aplicaciones” y busque elementos desconocidos.
  • En iOS — el riesgo es menor, pero revise Safari, el historial y desactive la autointegración de formularios.

6. Informe de la estafa en la plataforma o a través del navegador

Si detecta phishing o un sitio clonado, puede denunciarlo mediante el formulario del navegador (por ejemplo "Reportar sitio peligroso" en Chrome o Firefox), o en la plataforma que imita el sitio (por ejemplo, soporte del banco o marketplace).

Esto ayuda a bloquear el sitio a nivel global y reduce el riesgo para otros usuarios.

Principio clave: no ignore el incidente incluso si cree que "no pasó nada". Los datos pudieron haber sido interceptados y usados después. Es mejor actuar de inmediato.

Conclusión: el uso consciente es la clave de la seguridad

Los códigos QR no son solo una herramienta de conveniencia. Son parte del comportamiento digital moderno, el canal para comunicación, pagos, autenticación, marketing. Pero a la vez — abren un nuevo vector de ataques que se basa no en la tecnología, sino en la psicología de la distracción.

La pregunta “¿son seguros los códigos QR?” no tiene una respuesta universal. Pueden ser totalmente seguros—o todo lo contrario. Todo depende del contexto: dónde está colocado el código, quién lo creó, si se ve adónde lleva y cómo interactúa con él el usuario.

Por eso la mejor protección no es la prohibición, sino estar informado y acostumbrarse a comprobar. Un simple algoritmo de “pausa → comprobación → acción” reduce el riesgo incluso en escenarios complejos.

Para las empresas, los códigos QR siguen siendo una herramienta eficaz, siempre que se implementen con transparencia, UX, diseño, seguridad y confianza del usuario.

🔐 El código QR es solo un puente. Lo importante es adónde lleva y si está preparado para cruzarlo.